Chris (21 Posts hasta ahora) | | Un polémico reportaje, publicado hace unos dias en uno de los diarios suecos más populares, está provocando una crisis diplomática entre Israel y Suecia. En la sección de cultura del periódico 'Aftonbladet', se denunciaba que hace 18 años soldados israelíes mataron palestinos para extraer y vender sus órganos, relacionándolo con el reciente caso en Nueva Jersey donde varios norteamericanos, entre ellos rabinos, fueron detenidos por supuestos delitos como la mediación para la venta de órganos para trasplante.
Por primera vez en muchos años, la clase política y la prensa israelíes se han unido para criticar lo que llaman "líbelo de sangre y artículo antisemita". Israel ataca al Gobierno sueco por no condenar "este escandaloso manifiesto, lleno de mentiras, sin pruebas ni fundamentos". El ministro de Defensa, Ehud Barak, ha ordenado a sus asesores estudiar una demanda judicial contra el periodista y el diario. El ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, añade: "En la Edad Media se acusaba a los judíos de matar a niños cristianos para hacer la matzá o pan de ácimo, para las festividades de Pesaj. El articulo en el diario sueco es lo más parecido a esas acusaciones. Exigimos una condena inmediata ya que la libertad de expresión no puede proteger la calumnia".
El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, no oculta su enfado y su mensaje lo ha transmitido claramente su principal asesor, Uzi Arad, que ayer conversó con el ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, para exigirle que "condene el mentiroso y antisemita artículo". Según la prensa israelí, la conversación entre ambos fue "muy dura y con tonos elevados".
Bildt, por su parte, aclaró: "No voy a condenar este artículo ya que hay que respetar la libertad de expresión, fundamental en nuestra democracia". Horas después, el propio Bildt matizaba en su blog que "artículos como el publicado en Aftonbladet pueden llevar a crímenes por odio antisemita".
Tras la protesta oficial israelí, la embajadora sueca en Tel Aviv, Elisabet Borsiin Bonnier, había condenado el artículo expresando su "horror". Suecia, sin embargo, se acaba de desmarcar de las palabras de su embajadora. El propio diario defiende la publicación del reportaje y define la condena de la embajadora como “un asalto flagrante a la libertad de expresión".
Precisamente, el ministro sueco de Exteriores tenía previsto realizar en los próximos días una visita a Israel, un hecho que ahora está en duda. El ministro israelí de Economía, Yuval Steinitz ha advertido hoy en la reunión semanal del Gobierno que "aquellos que no pueden o quieren condenar un artículo tan antisemita que incita al odio no pueden ser personas gratas en Israel".
"El artículo nos recuerda los Protocolos de Sión. No podemos pasar por alto la nula reacción del Gobierno sueco. Que no nos den lecciones de libertad de expresión. No les exigimos que pidan perdón sino simplemente que condene la falacia", afirmó el viceministro de Exteriores, Danny Ayalon.
La tensión bilateral crece por momentos. El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, rechaza condenar el reportaje señalando que "el Gobierno no interviene en los contendidos de los medios ni aplicamos censura". "Las palabras de los dirigentes suecos son vergonzosas e hipócritas ya que en el 2006 pidieron perdón de forma oficial a Yemen por una caricatura que ofendía a los musulmanes", acusan a elmundo.es fuentes del ministerio de Exteriores en Jerusalén.
Yosi Levy, alto funcionario de Exteriores, añade: "Suecia debe preguntarse como un artículo de este tipo se publica sin recibir ninguna condena. El antisemitismo se ha de criticar no solo cuando se difunde en Teherán sino también cuando se publica en la sección de cultura de un diario sueco".
La Oficina Gubernamental de Prensa israelí (GPO) ha tomado cartas en el asunto, "vengándose" por el reportaje. Y lo ha hecho esta mañana contra un periodista y un cámara del diario sueco Aftonbladet que habían pedido un carnet de prensa. La respuesta, en 3 meses. El director del GPO, Danny Seaman, declara que "las normas nos dan 90 días para comprobar y verificar su petición y lo haremos de forma exhaustiva sin saltarnos ninguna claúsula burocrática". De forma irónica añade: "Nos han preguntado qué tipo de pruebas necesitamos hacer y les hemos dicho que quizas pruebas de sangre para comprobar la donación de organos. Creo que entendieron el mensaje".
Guideon Levy-uno de los periodistas israelíes más críticos con la política de su país hacia los palestinos- afirma que "lo que ha hecho este periodista sueco es un escándalo y un ejemplo de mal periodismo basándose en rumores de hace dos décadas. No es necesario inventar ya que hay suficientes aspectos para criticar la ocupación israelí. Pero tampoco entiendo la ilógica reacción del Gobierno israelí que se olvida que la libertad de prensa es básica e intocable".
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