Chris (21 Posts hasta ahora) | | Antes del golpe, los liberales ganaban de calle. Después, son sus eternos rivales los que van por delante. Si la crisis sigue prolongándose, el Partido Nacional tiene todas las posibilidades de vencer en los próximos comicios presidenciales de noviembre, donde también elegirán mandatarios locales y diputados. Pero si logran resolverla ante de que sea demasiado tarde, el Partido Liberal se alzará de nuevo con el triunfo. Esos son los pronósticos de buena parte de los políticos de ambos bandos y analistas consultados por elmundo.es.
Dan por hecho que la comunidad internacional terminará por bendecir el resultado que salga de las urnas, incluso si Manuel Zelaya no recupera el poder y Honduras sigue en la lista de países parias. A fin de cuentas, sigue su argumento, las primarias contaron con su aplauso y la convocatoria electoral se hizo mucho antes de lo sucedido.
Además, los dos favoritos, el liberal Ervin Santos, ex vicepresidente de Manuel Zelaya, y el nacionalista Porfirio 'Pepe' Lobo, evitan juzgar los hechos con la excusa de que deben mirar hacia adelante, en un intento de nadar y guardar la ropa no siempre comprendido.
"Uno juega a que es un pleito del Partido Liberal y el otro vive asustado porque Zelaya ha dividido su formación; no asumen posiciones. Son dos lelos que se sienten cómodos haciendo el papel de lelos. Ninguno es un líder, harán un gobierno débil y no tendrán el respeto de nadie", augura con acidez Juan Ramón Martínez, escritor y analista.
Muchos consultados coinciden en que serían buenos para otros tiempos menos revueltos, no para los que corren. Santos es un tecnócrata sin carisma al que le reprochan haber abandonado la vicepresidencia y Lobo, que ya fue derrotado por Zelaya en el 2005, despierta poco entusiasmo. En todo caso, uno de los dos ganará porque cada partido cuenta con una base social muy sólida, cercana al 30%, y han copado el poder a lo largo de la historia democrática de Honduras.
"Hay un porcentaje sustancial de liberales que apoyan a Zelaya y es previsible que migren hacia la abstención, nunca al Partido Nacional. Si acaso algunos irán con los dos candidatos de izquierda", opina el diputado liberal José Azcona, hijo de un ex Presidente. "Ahora hay mucho desánimo entre la gente, pero podemos recuperarnos si llegamos a una resolución por la vía del diálogo".
Pese a contar con una ventaja de diez puntos, según encuestas internas, los nacionalistas están lejos de cantar victoria. "El PL es muy dado a ese tipo de pleitos, se pelean mucho y al final se unen y votan por su partido", señala Rodolfo Irías Navas, jefe del grupo parlamentario del PN. "Lo que aprendimos con lo que ha pasado es que gane quien gane, no podrá gobernar dando la espalda al pueblo. Maduro (ex Presidente nacionalista) gobernó para los cabrones del FMI, dejó el país perfecto, pero eso no le llegó al pueblo".
La izquierda no tiene opción alguna aunque en esta ocasión, gracias al golpe, uno de los dos aspirantes que la representan, Carlos H. Reyes, puede llegar a tener un resultado digno.
"Nunca ha tenido proyecto propio y ahora va fragmentada", explica Doris Gutiérrez, diputada de Unión Democrática y candidata al ayuntamiento de Tegucigalpa. "Pero, por primera vez, porque la gente está cansada de los partidos tradicionales, hay candidatos independientes para las alcaldías y uno a la presidencia, Reyes. Yo no ganaré pero he subido en las encuestas, voy segunda".
Manuel Zelaya, por su parte, anunció que piensa boicotear el proceso si no logra recuperar el mando, algo que hoy parece lejano.
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